El es mí droga y mi oxígeno. Mi enfermedad más maligna y mi cura más esperada. Es mi necesidad, mi obsesión. Mi pasión y mi delirio. Es la razón, el sentimiento qué me impulsa a vivir. Es el sentido de mi vida, y todos mis demás sentidos, razones o cualquier cosa qué provenga de mí. Porqué todo lo qué hago no es más que un reflejo de él. Porqué yo estoy con el, y sé qué el de una forma u otra, está conmigo. Lo amo porque es la vida que no tenía. Y qué nunca voy a dejar.
martes, 15 de marzo de 2011
Te quiero porque no sé por qué me hacés bien.
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